Hace algún tiempo leí en el blog de Albert García Pujadas la «Economía de la atención versus propiedad intelectual». La idea de que existe una «economía de la atención» es del físico teórico norteamericano Michael H. Goldhaber que en 1997 publicó un anticipatorio artículo en la revista Wired donde afirmaba que asistíamos a la transición de una economía de “base material» donde la moneda es el dinero, a una «economía de la atención» donde la moneda es la capacidad de atraer, retener, despertar deseo e inquietud por contenidos, productos, servicios, … Es decir, un mercado donde el bien escaso por excelencia es la atención del público, de los usuarios.
Un excelente post sobre la economía de la atención de José Monzó Marco en el blog de Manuel Gross, ya recogía la teoría de Michael H. Goldhaber (documento en inglés) en noviembre de 2008 y planteaba una serie de interrogantes todavía vigentes, y creo que por muchos años más, sobre ¿cómo atraer la atención de nuestros potenciales clientes o consumidores?, y ¿cómo obtener, filtrar o saber captar información relevante de la web?. Sin duda, la democratización de la información que supone internet, la eclosión de las redes sociales como nuevos canales de comunicación para las marcas, obliga a toda empresa a cuestionarse cómo responder a esas cuestiones, a establecer una estrategia (sobre todo si tiene presencia en la red) que incluya una plan de actuación con la necesaria utilización de las redes sociales.
Como ya apuntaba Albert García, la propiedad intelectual, los derechos de autor, en esta Economía de la Atención, han perdido su razón de ser: «Cuanto más uso se haga de aquello que yo comparto y ofrezco, mayor será el valor presente que la sociedad adjudique a mis creaciones futuras», esta es la «solución» recogida del blog de DeUgarte.
¿Estamos preparados para adoptar este tipo de estrategias?, ¿es aplicable a cualquier tipo de empresa o sector?.